Bailando en el Alvear.
¿Quién creería que las estrellas no me dejaron dormir durante el viaje?
Nadie.
Pero no podía dejar de mirar ese cielo.
Y pensar. En tantas cosas.
Y sentir.
Sentir.
- ¿Ma? ¿Querés venir a mi fiesta?
Y aquí estoy. Llegué para su fiesta.
Y para mi desesperación.
La ropa NO ME ENTRA.
No quepo. No respiro. Los cierres no suben. Lo botones no prenden.
No tengo tiempo ni energía para salir de compras.
Me estoy deprimiendo.
Tengo susto.
Sé que 200 ojos me verán entrar.
Y un par de ellos será implacable.
- Vos, una reina. Me decía anoche mi vieja antes de subir al micro.
- Sí, ma. Una reina.
Convenientemente medicada. Fajada como en lata de sardinas. Seguramente engancharé los tacos con la alfombra, trataré de abrir puertas que no abrirán porque estaré haciendo lo contrario (empuje para mí significa tire), transpiraré y se notará la aureola en mi blusa de gasa azul, me temblarán las manos y se me caerán los cigarrillos y el encendedor, lloraré cuando vea a mi hija y dos minutos después mi cara será un desastre, me preguntarán si me corté el pelo como Natalia Oreiro para El Deseo, y diré que no, que hace rato que tengo ese corte, y trataré de emborracharme lo antes posible hasta caer desmayada alegando que anoche no dormí nada.
Me sentiré terriblemente sola. Lo sé.
Dicen que es bueno escribir toda la mierda que se nos cruza por la cabeza.
Para después verificar, respirando hondo, que nada de eso sucedió.
O tal vez sí.
Aunque hay un detalle que no deja de conmoverme. Y es que ése lugar, no es cualquier lugar para mí.
Sólo espero que al entrar, no esté sonando Un hombre y una mujer.
Nadie.
Pero no podía dejar de mirar ese cielo.
Y pensar. En tantas cosas.
Y sentir.
Sentir.
- ¿Ma? ¿Querés venir a mi fiesta?
Y aquí estoy. Llegué para su fiesta.
Y para mi desesperación.
La ropa NO ME ENTRA.
No quepo. No respiro. Los cierres no suben. Lo botones no prenden.
No tengo tiempo ni energía para salir de compras.
Me estoy deprimiendo.
Tengo susto.
Sé que 200 ojos me verán entrar.
Y un par de ellos será implacable.
- Vos, una reina. Me decía anoche mi vieja antes de subir al micro.
- Sí, ma. Una reina.
Convenientemente medicada. Fajada como en lata de sardinas. Seguramente engancharé los tacos con la alfombra, trataré de abrir puertas que no abrirán porque estaré haciendo lo contrario (empuje para mí significa tire), transpiraré y se notará la aureola en mi blusa de gasa azul, me temblarán las manos y se me caerán los cigarrillos y el encendedor, lloraré cuando vea a mi hija y dos minutos después mi cara será un desastre, me preguntarán si me corté el pelo como Natalia Oreiro para El Deseo, y diré que no, que hace rato que tengo ese corte, y trataré de emborracharme lo antes posible hasta caer desmayada alegando que anoche no dormí nada.
Me sentiré terriblemente sola. Lo sé.
Dicen que es bueno escribir toda la mierda que se nos cruza por la cabeza.
Para después verificar, respirando hondo, que nada de eso sucedió.
O tal vez sí.
Aunque hay un detalle que no deja de conmoverme. Y es que ése lugar, no es cualquier lugar para mí.
Sólo espero que al entrar, no esté sonando Un hombre y una mujer.
8 comentarios
monsufriendo -
ya me miré 100 veces en el espejo y el remis demorará media hora más :(
ALEX: sí, si me reportean, SEGUARAMENTE SERÁ EN LA CORNISA.
:P
Alex -
nemomemini -
Y por lo que leo, tienes ya todas las respuestas. Lo que Alex comenta parece empíricamente demostrado. Lo que Lu te dice no admite discusión: se tú misma. Y lo de Grace te da la pauta: repítelo constantemente en tu interior: todo va a estar bien.
Ten fuerza. Desde cualquier parte del mundo estamos contigo :)
Besos.
monproduciéndose -
monproduciéndose -
habrá cámara oculta de tinelli, facundo arana sacará a bailar a agos, aggggghhhhhhhhhhh
Alex -
Lu -
Pasalo lindo, y como dice Grace, todo va a estar bien. Suerte, TE QUIERO MUCHISISISISIMO.
TU AMIGA, LU.
Grace -
Hoy te digo lo mismo que tanto te gusta decir: "todo va a estar bien".
Y vas a estar divina!!!
besos desde aquí, con el cuore.