Blogia
VOLVERSE HUMANO

Caracolas y corales.

Caracolas y corales. Una mujer caminando por la playa donde todo es lejano, ella y las arenas, latitudes de un trópico que sin embargo no embarga los sentidos porque también la lujuria está lejana, ni siquiera sospecha que la palabra se hace carne y marca. Una mujer caminando por la playa que moja los pies que siempre están fríos porque en alguna parte el frío la delata y la delata justo allí, en el lugar que menos importa porque aún no conoce de lenguas que saboreen sus dedos como si fueran almejas. Una mujer caminando por la playa con la ausencia metida en los ojos como persianas negras y la piel tan caliente y tan roja que parece un sol de tarde de cielo de otoño porque el orden de las palabras no altera el ánimo ni el ánima ni el ánimus. Una mujer caminando por la playa que sólo se detiene a recoger caracolas y corales que pondrá en una tinaja de exquisito cristal de bohemia por lo tanto decir tinaja es como llamarle sidra a una botella de champagne “cristal” y entonces recuerda que aún conserva en el refrigerador un par de ellas pero sabe que no las abrirá, si no habrá que festejar más que el tedio y el tedio es cosa que no se festeja. Una mujer caminando por la calle que toca el timbre de una casa que no es suya y pide ver las cajas que conservan lo que el viento se llevó mientras el hombre de aspecto impresentable le señala con un dedo el cuarto oscuro que guarda sus tesoros -los de ella- y mientras le habla de enfermedades achaques y vejeces, ella pide permiso para encender un cigarrillo -como no- le dice el señor que solo quiere cobrar por ocultar lo que parecen muebles, lo que parecen platos, lo que parecen juguetes, lo que parecen caracolas y corales que han perdido la memoria de cada idea, de cada silencio pegado a las manos en el gesto de asirlas. Una mujer sentada frente a su computadora escribe sobre playas donde todo era lejano, ella y las arenas, y de vientos que soplaban como lobos arrasando pasados de raíces desnudas, de brazos livianos como débiles ramas que pierden hojas como niños muertos.

@ windmills of your mind - sting

22 comentarios

Mon -

¿te referís a los bebés de la foto?
(a umaturba)

www.umaturba.blogia.com -

pensar que así querríamos quedarnos tuta la vita no?

Mon -

ah turi, por algo las tiraste.
yo tiré una bolsa llena de corchos y con una frialdad que me asustó :DDD
flores para vos, también.

Turandot -

No hace mucho tiré una bolsa llena de conchas marinas, una lástima el poder deshacerme de ellas con tanta frialdad. Las mias eran huérfanas de historia.
Ayy, diosa como me gusta cómo escribes :)

Mon -

hola princ.
sí, estoy muy musical estos días.
precisamente estoy por subir algo que acabo de escribir... y que tiene que ver con la melodía de la película "la lección de piano".
un besote!

Laprinc. -

que bueno esa transparencia!
pensar, sentir y actuar de la misma forma no?
ah... excelente melodia escuchabas.. Gordon Matthew Summoner fue siempre una de mis debilidades musicales..

Mas besitos!

Mon -

hola princ.
mi afuera es mi adentro.
mi adentro es mi afuera.

besos!

Mon -

sergio:
no creas.
a mí me importan mis pensamientos.
porque cuando son fuertes,
insistentes,
contundentes,
me llevan a la acción.
a construir
a destruir
a salirme de donde estoy.

un beso.
besos

Mon -

bart:
a veces nos preguntamos cosas preconcebidas.
pero fijate... iba en auto con un amigo, (que me había acompañado), y mientras él manejaba y hablaba... yo abrí la bolsa de las caracolas (me empeciné, como una nena, en llevarla conmigo)... y las tocaba... con esa cosa de niños que a veces nos surge, tratando de que cada una, o al menos una; me recordara mis pensamientos de aquel momento.
porque recuerdo bien las sensaciones.
pero no los pensamientos.
¿por qué los olvidamos?

Mon -

quique:
sabés? estuve a punto de no subir este post... me parecía un bajón, un rollo.
pero no soy buena para la autocensura.
gracias...
un besote tragapoetas.

Mon -

carq:
siempre que me dedicás uno de tus poemas
me siento...
no sé como decirlo:
tan agradecida.
no por mí,
si no por el hecho de que mis letras
te sugieran cosas

un beso.

Mon -

pedro:
sí, escribo desnuda.
no sé escribir de otra manera.
lo intento, pero no me siento yo.
y lo que digo, queriendo decirlo, es para no repetirlo.
nunca más.

y con respecto a vos, si sientes, vives.
un beso pedro.
y que te saques el sombrero es un honor.
de verdad, siento admiración por tus escritos.
pero recuerda: no sé quien sos, que tan famoso/conocido/cotizado seas.... SIEMPRE HAY OTROS.
besos again

Mon -

nada:
hola... tu imaginación es más poética que la realidad.
momentos de soledad, de la más profunda.
¿paz?
no supe que es la paz si no hasta hace pocos años.
y este relato data de mucho tiempo, aunque como ves, la vida es un círculo que tarde o temprano te pone de narices con el ayer.
era momento de confrontar realidades... y tomar decisiones.
un beso, linda.

Laprinc. -

... escribes de adentro de ti misma las vivencias y recuerdos de tu afuera...
me ha gustado mucho, gracias por compartirlo :)

Sergio -

Me ha gustado como describes el momento que viviste. Respecto a que pensarias al coger ese caracol y ese coral poco importa ¿no? Tal y como lo narras no pudo ser nada malo. Un besito :**

nemomemini -

No sé si será importante o no para ti lo que esas caracolas y corales pudieran decirte, Mon. Sospecho que constatas algo y sientes algo que, al menos, no es tristeza.

Yo he leído el texto como tú lo has escrito, de un tirón. Y por un momento me he quedado como suspendido... Porque este texto es como una escala por la que se puede tanto subir como bajar. No sé si me explico...

Quiero decir que se me ocurrió después leerlo al revés, es decir, desde el final hasta el principio, punto por punto... Y es sorprendente.

No sé si así las caracolas y los corales hablarían, aunque en realidad importe ya poco lo que digan.

Te mando besos, del derecho y del revés ;)

EB -

Retuerces el alma, la estrujas como un trapo para extraer la última gota que sea posible. Tú alma y las ajenas. Empiezas en la orilla y te seguimos, LAs palabras que son tus ojos, nos llevan, como el flautista de Hamelin, a caer -o trepar-por el acantilado de tu vida. Fdo: Me he tragado un poeta

carq. -

una galaxia gira en tí
escala caracol y tímpano

martillos cansados
de recordar

se disgregan las estrellas
de sal, arena y mar

la huella disuelta
buscando volver atrás

burbujas tras las olas
de intocadas almejas

dedos sin hurgar
tocaron hoy, ayer

en una pantalla de arena
escrito, un nunca jamás.

Pedro Glup -

Mon, me he tomado mi tiempo (el que no tengo) para leer(te) y releer(te). He llegado a una conclusión: escribes desnuda. Y por ahí se te ve el alma, los dolores, tiempos que pasaron (pero quedan), recuerdos que quieres olvidar (pero se obstinan). Lo dices bien (¿importa?). Lo dices bonito (lo sé porque duele). Lo dices queriendo decirlo, no olvidarlo (¿para no repetirlo?), remarcando(te) esos párrafos con énfasis. Lo que dices está lleno de poesía, de amarga ternura, de reafirmación que aquello ya no más, que entonces, que ya nunca, que puede haber tanta belleza en las caracolas del recuerdo, esas que recoge una mujer que era otra y sin embargo es la misma, la que escucha canciones de molinos. Me quito el sombrero ante tu escrito de hoy.
Solo hace una semana caminaba por una playa, sin caracolas, con risas, con la mirada limpia perdida en el horizonte (tan lejos).
Me gustaría contestar cada post pero, lo siento, entre vivir y sentir no me queda tiempo. Eso que apenas duermo.
Besos.
Ah, no he tomado pastillas en mi vida, nunca (fue una licencia, lo corregiré).

NADA -

Bonito relato de uno de tus momentos, Mon. Te he visto paseando y recogiendo las caracolas y corales, vestida de blanco con el viento alborotando tu cabello (tengo mucha imaginación)
Me ha hecho, también, recordar pinturas de Sorolla, aunque él pinte el Mediterráneo... Momentos de soledad y paz?
La imágen que has puesto me trae también al recuerdo a los niños índigo...
Besos

Sergio -

Luego me lo leo que me voy al examen :)). Que nervios!! Besitos :***

Mon -

la historia, contada de un tirón y como me salió, es real.
hay muchas cosas que no podré recuperar,
pero hoy me reuní con mis caracoles y corales.
cuando los toqué, lo único que me vino a la mente fue una pregunta:
¿qué... qué pensaba yo, mientras recogía ese coral... o aquel caracol?
y los toqué y toqué durante tanto tiempo... pero no pude recordar nada.