Blogia
VOLVERSE HUMANO

Manada de amor.

Zafiro extraña a su madre. Y no decide si por Luna o por mí. Ella se comporta como si fuera su cría: lo lame, lo sigue de cerca, le pone límites, ha cedido territorio, deja que duerma sobre mi falda; me comparten. Pero él quiere teta. Y teta no hay. Ella se deja buscar, el pequeño se prende infructuosamente de donde no manará leche, solo un empujón sin uñas a la vista, y luego un coletazo que lo alejará un momento. Es entonces cuando lo tomo en brazos, me hace miau, y se deja mecer. Lo beso y lo acaricio. Le hablo despacito, me abraza con sus patas diminutas, cierra los ojos y ronronea. No sé si me escucha, pero yo le cuento cosas. Le digo que estamos felices por tenerlo, que aquí será querido, que siempre lo estuvimos esperando. Que ahora somos cuatro.
Habrá gente que no lo entienda. Pero a la hora de irme a la cama, cuando la angustia comienza a dormirse, nada me da más alegría que saberlos conmigo. Porque no importa a qué hora me acueste, ellos me esperan. Y cuando apago luces, con el último cigarrillo aún encendido, sus patitas resuenan a mis espaldas, y cada cual ocupa su lugar… y mientras dejo que mi mente acabe con los últimos divagues, escucho los ronquidos de Pug, siento el calor de Luna pegada a mi cuerpo; el silencio de Zafiro debajo de la cama. Si me duermo en paz, no es por la pastilla. Es por ellos. Que son mis ángeles. Que me esperan detrás de la puerta del baño, que se bancan mis ausencias (las reales y de las otras), que tienen ese amor incondicional que sólo conozco en mí. El resto, la gente, no sé…
Hay ocasiones en que la vida nos echa a patadas de nuestra manada. Y vagamos como lobos perdidos, aullando por las noches, todo nos resulta extraño, dolorosamente nuevo, sin aromas conocidos. Tal como hace Zafiro, buscamos una teta, un alguien, un algo que nos contenga. Pero la selva de cemento está llena de animales carroñeros, de aves rapaces, los depredadores huelen y sentimos el peligro. Y no siempre sabemos defendernos. Todo territorio nuevo se nos presenta hostil, incierto, vago. Habrá que buscarse otra manada o moriremos.
Y en esa suerte de ensayo, de personas que entran y salen de tu vida, de paredes por pintar, de rincones que ocupar, son pocos los que permanecen.
Yo podría contarlos con los dedos de una mano. No son más que tres o cuatro. Pero entre ellos y mis animales, he formado mi manada… una pequeña comunidad en la que todos vibramos a una frecuencia parecida… y creo que allí reside la verdadera aceptación. El verdadero amor.

@ escuchando el sonido de mis llamadores ;)

20 comentarios

muralla -

Te entiendo perfectamente, porque ellos despiden una energía especial que nos consuela y nos protege...Como con ellos y con nuestros "elegidos" no se está con nadie.
Su calor es especia.
Un abrazo, queridiña.Muralla

Mon -

los gatos encuentran, detectan (instintivamente), la zona de tu cuerpo que padece algún tipo de desajuste o bloqueo energético... la pelvis, el vientre, corresponden al primer y segundo chakra.... cuando estamos faltos de enraizamiento, temerosos, con poca voluntad de llevar a la acción nuestras ideas, incluso en desórdenes ginecológicos... hay que trabajar sobre esa zona... la postura del gato allí, es prácticamente equivalente al reiki, o al trabajo con cristales sobre los chakras.... no tengo noticias de que otro animal tenga semejante "don", pero bienvenido sea.
**descreídos, por favor, abstenerse de comentarios... miau y gracias**

Mon -

ay moonsa, tal cual... Luna hace lo mismo, se acuesta a la altura de mi pelvis y creo que ni respira... a veces no la dejo pasar porque está pesada y me sofoca.
¿sabés por qué eligen esa zona para echarse?
si lo sabés, ok... si no, te lo cuento.
besitos.

Moonsa -

Sabes, hace tiempo fuí a una terapeuta, que ahora es amiga mía. Tenía un gato (ya murió pobrecito) que cuando me quedaba en meditación en la camilla venía a ponerse entre mis piernas. Te aseguro que no era porque si. Y que ella me contó que tenía una paciente que en cuanto el gato la veía se ponía absolutamente loco y tenían que encerrarlo...

Mon -

sí muralla, y hay que saber elegir ;))
besitosss

Moonsa -

Cuéntame, porque el gato de mi terapeuta, precisamente se ponía donde tu dices :) Y no lo sé :)

Mon -

moonsa, que cosa, no? que un ser humano no haya podido lo que sí pudieron tus animales... eso es duro, dificil de tragar. te entiendo. por alguna razón, quien quiera que sea el creador de este caos, los puso cerca nuestro. cuando no hay una mano cerca, que apriete la tuya con cariño y fuerza, hay cuatro patas que te demandan que vivas, que te levantes, que sigas. por suerte las tuviste en cuenta, y por suerte lo encontraste a sergio... el otro día vino a casa una persona -bastante perturbada- (no me gusta que gente así esté en mi casa, en eso soy asquerosa), y cuando vio a mis gatos se desorbitó... y ellos hicieron todo lo posible porque se fuera bien prontito :))
besos, linda.

Mon -

hola ana (¿hadita?): bueno, yo tampoco me considero oveja de rebaño, pero creo que "la propia manada" es otra cosa; no es familia, es un pertenecer a... sin pertenecer a nadie, es tu construcción, formada por seres heterogéneos, sin "deberes", sin "conveniencias", sin sobre/cargas, con algunas afinidades y el resto es la vida, como siempre. besos y gracias!

Mon -

turi: por ahora hace miau. con eso me basta, Luna es muda, nunca un miau (tiene otras dotes: enciende las luces y abre las puertas), por lo demás es bastante autista, mística (tengo que cerrar con llave la puerta de mi cuarto cuando quiero meditar, porque ella insiste en meditar conmigo... se sienta y cierra los ojos, parece una escultura)... en fin, que aquí todos se parecen a su dueña :))
un beso, alteza.

Mon -

oia, el 13 me tocó a mí... ¡que no se me cruce un gato negro!!!.... zafiiiroooo... dónde estás???, vení mamita que te pongo un ratito en el placard..

Mon -

greg, me encantó eso de que "le hacés creer que ahora te acostás".., yo también a veces les digo -ya, ya nos vamos a la cama, ya- y me miran como diciendo "cambiá el disco, nena", bueno, que ya están resignados. con respecto a la calidad de las personas, te confieso que ese es un concepto que todavía no tengo muy claro.
besotes!

Mon -

hola nada: sí, los animales tienen una percepción que no es la nuestra, (tan a merced de nuestros estados de ánimo o de las preocupaciones que lo nublan todo), ellos no. ellos perciben en todo momento. pero además "hacen algo" con su percepción, no se quedan rumiándola como los humanos, -¿qué hago, llamo o no llamo, le digo o no le digo?- ... ahora mismo estoy escribiéndote y los tengo a los tres conmigo... hoy no es el mejor día de mi vida... hace rato que no son los mejores, y ellos saben.
besos linda ;)

Mon -

no sos banal, pedro.. ni tu comentario ni el tema, y al que le parezca banal hablar de un gato que se vaya al carajo. ni siquiera hay un hombre. ni una voz. la condenada soledad, (a veces bendita), besos.

Mon -

**bart** te lo quiero decir por acá: gracias y son taaaan bellas!!! me dio alegría tu gesto.
la única sonrisa del día :))
gracias mi faro.
PD: por cierto, ya están sobre mi monitor

Moonsa -

Cuando me casé con Sergio, hace cerca de dos años, de algun modo mis cuatro gatos y yo le aceptamos en nuestra manada :) Él les quiso enseguida, y eso hizo más fáciles las cosas. A mi por cierto mis gatitos (los que tengo ahora y dos gatas que por desgracia ya no están conmigo) me han salvado la vida muchas veces, cuando estuve mal mal mal hace años, si no hubiera tenido a los gatos, no se yo...

Ana -

Manada, me encanta esa palabra. Siempre he dicho q no soy animal de manada, pero la contradicción es q cuido y me siento con "mi gente" exactamente como tú has descrito a tu manada. Q lindo q tengas gatos en tu manada. Pq si algo tengo claro, es q soy gata.
besos bella
p.d. escribes genial

Turandot -

Ya verás, al final Zafiro hará como mi Drusito, que maulla de una extraña manera que todo el mundo interpreta como un mamá ( nunca antes oí un mau-mau así...)yo tb le cuento cosas, y hasta creo que me entiende. Y no me importa reconocer un amor desmedido por una cosa peluda, porque como me recordaste con el post; és el único que me empuja por las noches para hacerse un sitio en mi colchón, el que me besa los dedos por la mañana para que no me duerma si apago el despertador, y me espera con mirada de reproche cuando vuelvo tarde para cariciar después su lomo por mis piernas. Ojalá las personas fuéramos una décima parte de lo fieles y agradecidos que los animales...
Un abrazo, diosa 'mater'

GreGori -

El amor está en todas partes, aunque a veces es difícil asir esa porción que mejor se complementará con nosotros.
Mi perrita, siempre viene a buscarme cuando es la hora de dormir, como si yo fuera su mamá (¡¡¡o su hijo!!! :-), y yo le hago creer que "enseguida me acuesto", aunque ahora, está cambiando de hábitos... Supongo que porque se hace viejecita...
No importa cuantos verdaderos amigos tengamos, de esos que se cuentan con la mano, siempre y cuando sean VERDADEROS. Como siempre, es la calidad de las personas -y no la cantidad de personas- lo que llena el vaso.
Besitos tiernos, como tu post, para Zafirobonitonombre

NADA -

Entiendo muy bien lo que dices Mon... Mi perro (Guis) ya desparecido, me salvó la vida en una ocasión. Como tú dices, me seguía de noche y de día, en una ocasión en la que estuve precomatosa por una subida de azucar, lo percibió, y aunque yo estaba en la cama, medio inconsciente, comenzó a saltar sobre mí hasta que pudo despertarme de aquel sopor en el que estaba hundida y fuí capaz de llamar al servicio de urgencias. Nunca le olvidaré, es más, como todos los que se fueron de mi vida, permanece en mi corazón...
En cuanto a lo de la manada, puedes comprender que también coincido en tu opinión; pienso que son pocos los que permanecen, pero es por algo.... Los que pasan fugazmente, nos hacen apreciar más a los que siempre están ahí..
Besitos preciosa :))

Pedro Glup -

Que curioso, Zafiro quiere teta (Y teta no hay).
Cuantos queremos teta pero no hay una madre, el tiempo ya pasó.
Ni siquiera hay una mujer, ni una voz.
Estamos solos, escuchando el silencio de los llamadores.
No trato de ser banal, cuantos queremos teta (Y teta no hay).