Círculos perfectos.
Bien, aquí estoy. Lista para contar un sueño. Demasiado vívido en verdad, pero no puedo decir otra cosa. Sólo serían especulaciones.
Lo sé. Nadie me impide especular.
Bien, aquí estoy. Lista para contarme en otra vida.
Que aún no viví.
Voy al volante de un auto. La ventanilla está baja, miro hacia un costado, hasta verme, y me dedico una sonrisa enigmática.
Sé que soy ella. Ella sabe que la miro. Ella sabe que sé.
Todo es armonioso. Mujer, auto, paisaje.
La belleza.
Una pequeña carretera la conduce por un bosque de árboles delgados.
Llovizna, ella conserva esa sonrisa y cada tanto me mira.
Su pelo es una mata exuberante que el viento no toca.
Lleva un extraño cuello que sólo deja al descubierto los labios. Rojos.
Y un sombrero que no deja lugar a dudas. Es bruja.
Ella tararea una canción. Se la ve segura, espléndida. Feliz.
Quiero estar allí...
Quiero llegar.
No me importa que el agua moje mis zapatos de tacones altos.
Corro y levanto mi vestido para no tropezar y porque quiero mostrar el encaje rojo que se esconde bajo mi falda negra.
Corro y me río. Me río y lo llamo.
Estoy hablando francés.
Subo a toda prisa las escalinatas de piedra.
Las puertas del castillo están abiertas pero ya no veo nada.
Ya no soy ella.
Me encuentro suspendida de la inmensa araña de cristal.
Como un cairel más, desde allí, presencio el abrazo con el hombre que amo...
Los bailarines ceden el centro del salón. Desnudo. Vacío. Sólo una escalera que se desdibuja en el último peldaño.
Y nosotros... él y yo, (porque sé que somos él y yo), danzamos en el aire un círculo perfecto.
Nota 1: espero poder subir este post. Anoche, promediando esto que escribí, se cortó la luz un segundo. Pero fue suficiente para apagar la máquina. Cuando había terminado y estaba a punto de conectarme, el corte fue general. Encendí una vela como en los viejos castillos medievales y me retiré a mis aposentos.
Con una sonrisa.
Enigmática.
Nota 2: no hablo una palabra en francés.
Lo sé. Nadie me impide especular.
Bien, aquí estoy. Lista para contarme en otra vida.
Que aún no viví.
Voy al volante de un auto. La ventanilla está baja, miro hacia un costado, hasta verme, y me dedico una sonrisa enigmática.
Sé que soy ella. Ella sabe que la miro. Ella sabe que sé.
Todo es armonioso. Mujer, auto, paisaje.
La belleza.
Una pequeña carretera la conduce por un bosque de árboles delgados.
Llovizna, ella conserva esa sonrisa y cada tanto me mira.
Su pelo es una mata exuberante que el viento no toca.
Lleva un extraño cuello que sólo deja al descubierto los labios. Rojos.
Y un sombrero que no deja lugar a dudas. Es bruja.
Ella tararea una canción. Se la ve segura, espléndida. Feliz.
Quiero estar allí...
Quiero llegar.
No me importa que el agua moje mis zapatos de tacones altos.
Corro y levanto mi vestido para no tropezar y porque quiero mostrar el encaje rojo que se esconde bajo mi falda negra.
Corro y me río. Me río y lo llamo.
Estoy hablando francés.
Subo a toda prisa las escalinatas de piedra.
Las puertas del castillo están abiertas pero ya no veo nada.
Ya no soy ella.
Me encuentro suspendida de la inmensa araña de cristal.
Como un cairel más, desde allí, presencio el abrazo con el hombre que amo...
Los bailarines ceden el centro del salón. Desnudo. Vacío. Sólo una escalera que se desdibuja en el último peldaño.
Y nosotros... él y yo, (porque sé que somos él y yo), danzamos en el aire un círculo perfecto.
Nota 1: espero poder subir este post. Anoche, promediando esto que escribí, se cortó la luz un segundo. Pero fue suficiente para apagar la máquina. Cuando había terminado y estaba a punto de conectarme, el corte fue general. Encendí una vela como en los viejos castillos medievales y me retiré a mis aposentos.
Con una sonrisa.
Enigmática.
Nota 2: no hablo una palabra en francés.
11 comentarios
Anónimo -
Mon -
;)
nemomemini -
Lu, aunque no sea un buen momento para ti hablar nunca sobra. Por aquí se te echa de menos. Y arriba ese ánimo.
Mon -
contesté el mail que mandaste, pero mi respuesta vino rebotada :(
ESCRIBIME.
TKMMMM!!!!!!!
Lu -
Mon -
me pregunto que pasa con el resto... o qué les pasa con este tipo de cosas, o de temas.
me gustaría saber ¿?
nemomemini -
;)
Besos desde aquí.
Mon -
Eso no es ser púdica, es ser idiota.
Hay cosas a las que aún no aprendí a resignar/me.
Todavía sueño con él.
Y maldita sea Barton, ¿sos mi alma gemela?
¿Cómo podés percibirme tan bien?
nemomemini -
Se me ocurre pensar que quizás seamos demasiado púdicos a veces para vivir los destellos que la felicidad nos brinda.
Mon -
Lo más asombroso fueron los cortes en dos momentos claves.
Digo "claves" por las cosas que estaba sintiendo mientras escribía.
Yo también creo lo mismo, Bart, y creo que ella no quería ser leída.
nemomemini -
Bueno, eso es lo que yo creo.
Besos desde aquí, bailarina.